Usted sabe, al igual que yo, que la estrategia digital no puede tener demoras; tal como ha sucedido con el veto a la distribución masiva de un fármaco para inhibir la proliferación, indiscriminada, de nuestra población. Los mismos que han propiciado, promovido y sentenciado tal situación con la PDD (píldora del día después), deberían estar informados que tal premura –digitalización de Chile- debe volcarse hacia esta endémica situación nacional.
No podemos contar con los que han sindicado como malversadores, dado que la E.D. no puede adolecer de fugas de capital y errores en las inversiones. La estructura que envolverá y dará coherencia a la digitalización de la nación, debe ser proba y latamente eficaz. Hoy, debe contar con un presupuesto y no esperar a que venga el nuevo régimen democrático para comenzar a dar saltos cualitativos y cuantitativos.
Tal como se han erigido comisiones para la persecución e investigación de malversación de fondos públicos, hoy se ha de alzar un grupo legislativo, de amplio criterio, que le indique al TC la inminente necesidad de modificar la carta fundamental para que esta patria pueda prevalecer. A no ser que ya estén los negocios virtuales más que sacramentados y la evolución digital nacional este normada por los máximos legisladores de la nación.
En esta situación no existen las dudas. No es igual como los titubeos del accionar de un fármaco. En otras latitudes se avanza sin demoras, y el mercado es modificado para no rechazar el nuevo orden económico, el cual arrastra al capital hacia sus industrias y está abandonando las bases económicas en las que están fundadas casi todas nuestras inversiones, de mayor calaje.
Chile es un bello país y tiene gente de sobra para trabajar en el nuevo orden. No obstante, las dos máquinas más longevas propician el abultamiento de la pobreza y no se pronuncian, en este mismo momento, para desviar recursos en pro de llegar en buen pie al mercado futuro. Indicándole, señor Huichalaf, que somos la masa la que necesita de nuevos mecanismos, ideas y lógicas para poder acelerar el tranco. Sino, observe bien a quienes les deberemos un mayor y más contundente ocultismo nacional.
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